miércoles, 26 de mayo de 2010

Reflexiones sobre la comunicación social/ una visión de género del ejercicio periodístico y de las relaciones asimetrícas del poder

Universidad Nacional de Educación a Distancia
Iugm



Experta Universitaria en Comunicación Pública y Defensa




Reflexiones generales para una comunicación efectiva de las realidades sociales desde las construcciones imaginarias locales



Presentado por Gilma Gámez López

Comunicación pública y defensa

Y
la importancia de los estudios culturales en la comunicación social



No es lo mismo escribir o estudiar sobre Colombia, que desde Colombia

Los Estudios Culturales surgen en Inglaterra en el período de la postguerra, este fenómeno social y cultural, se orientaba a la modernización y americanización de la Gran Bretaña; así como en la crítica literaria inglesa que prevalecía en ese entonces. El contexto teórico (paradigmas en los que se ven inmersos los Estudios Culturales) donde surgieron estos estudios está dado por el paradigma culturalista confrontado más tarde por su oponentes el paradigma estructuralista y el paradigma post-estructuralista que se concretó finalmente con el giro lingüístico. Cada uno de estos paradigmas tiene una forma particular de abordar el tema de la cultura y por lo tanto de concebirla, Hall (2006.).
En el paradigma culturalista tenemos a tres grandes estudiosos del campo de las investigaciones literarias e históricas: Richard Hoggart, Raymond Williams y E.P. Thompson quienes tuvieron el mérito de alejar a la cultura de la visión literaria y elevar la cultura popular a objeto de investigación científica. Para Williams (1994) la experiencia constituía la única medida de lo que tiene valor para estudiar la cultura. Thompson subraya la noción de una cultura autónoma, en donde tiene lugar el conflicto y la lucha de clases (se deja influenciar más por el marxismo)
Hall menciona cómo el concepto de cultura empieza a revolucionarse a partir de los textos de Cultura y Sociedad (Williams), Uses of Literacy (Hoggart), The long Revolution (Williams) y Making of The English Class (Thompson), lo que da origen a un nuevo cuerpo de investigaciones que hoy conocemos como los Estudios Culturales. La tradición idealista de la cultura sostenida por Williams da lugar al paradigma Culturalista y la posición antropológica de la cultura que se enfoca más en las prácticas sociales, da lugar al paradigma Estructuralista de los Estudios Culturales.
Según Hall (2006) Los Estudios Culturales son: discursos múltiples, historias numerosas y diferentes, un conjunto amplio de opciones, varios tipos de actividades, personas que tenían y tienen distintas trayectorias, un gran número de metodologías y de posiciones teóricas diferentes.
Nelson y Treichler (1992:4) citados por Grandi (1995) proponen la siguiente definición: “Los estudios culturales son un campo interdisciplinar, transdisciplianr y a veces contradisciplinar, que actúa en medio de la tensión de sus mismas tendencias para acoger un concepto de cultura que sea amplio y antropológico, y a la vez restringido y humanista. Los estudios culturales están comprometidos con las artes, las creencias e instituciones de la sociedad y con las actividades culturales en general”.
Para Williams (1994), los Estudios Culturales son un tipo de sociología que concentra su interés en todos los sistemas significantes, preocupada por la producción y las prácticas culturales manifiestas; dichos estudios requieren de nuevos tipos de análisis social de instituciones y formaciones culturales.

Categorías utilizadas en los Estudios Culturalesy que deberían ser aplicadas en en la comunicación social

- La historia de los estudios culturales
- El género
- La sexualidad
- La nacionalidad
- La identidad nacional
- El colonialismo y el poscolonialismo
- La raza y etnicidad
- Cultura popular y audiencia
- La ciencia y ecología
- Identidades políticas
- La pedagogía
- Las políticas de la estética
- Instituciones
- Políticas de la disciplina
- El discurso y la textualidad
- La historia y la cultura global posmoderna

En cuanto al entorno mexicano, Gilberto Giménez (2006) en su artículo La Investigación Cultural en México, menciona que en las ciencias sociales existen dos paradigmas: los descriptivos y los explicativos. Los primeros constituyen el punto de partida del análisis sociológico y antropológico de la cultura, un ejemplo es el estudio realizado a nivel nacional por Jorge González desde Colima con la Encuesta sobre equipamiento y comportamientos culturales. En cuanto al paradigma explicativo e interpretativo, éste es la consecuencia del primero para que una investigación sea más científica; asimismo para que una investigación alcance un nivel más elevado en el lenguaje científico debe filtrar los datos a través de la interpretación teórica. .En base a lo anterior, en México la mayoría de los trabajos son descriptivistas y últimamente estadísticos. Giménez menciona que Los EC en México poseen una debilidad teórica y metodológica debido, a la poca o nula familiaridad de sociólogos y antropólogos con la problemática del signo y de los hechos simbólicos. Giménez menciona que en México las investigaciones sobre cultura caen en los estudios que se han desarrollado desde la perspectiva de la cultura como un estilo de vida y dentro de estos han prevalecido la descripción y el análisis de las formas objetivadas de la cultura, observables desde la perspectiva etnográfica; poco se ha desarrollado la antropología de la subjetividad y es la única que puede tener acceso a las formas internalizadas de la cultura como habitus o identidad social.

Con esto como antecedente, el Grupo Emergente de Investigación pretende abordar la línea de investigación de Estudios Culturales, atendiendo a la necesidad de profundizar en este campo con estudios que aborden no sólo el paradigma descriptivo sino también el explicativo, buscando estudiar a profundidad aspectos como la generación del habitus y la dinámica del campo.
Además, se retoman los Estudios Culturales en virtud de que el GEIUMA en sus inicios se vincula al Proyecto de Formación de Ofertas Culturales y sus Públicos en México (FOCYP) que corresponde a ésta línea de especialidad. Lo mismo lo hace la Unad en Colombia como comunicación social comunitaria.
Así que desde ésta perspectiva también podemos decir que el enfoque desde la comunicación pública y defensa también deberá ser vista en la dinámica del campo desde donde y sobre cómo se escribe por lo que si además el paradigma descriptivo está y estará orientado al oficio aquí podemos recordar el caso Cuoso en Iriak, así como sus antecedentes antes y después de la caída del muro de Berlín y la hegemonía política social y cultural, bastante descrito en la última publicación del profesor Armand Mattelart en el capítulo 2 de la Historia de la Utopía Planetaria –de la ciudad profética a la sociedad global, cabe por consiguiente el título de este trabajo, con un país en guerra de baja intensidad desde hace 50 años como es el caso colombiano en el que las líneas de investigación aúnan género e información La Caracterización del campo de la comunicación en América Latina y Colombia y sus vínculos con la formación profesional
1. Rasgos y condiciones de configuración La constitución del campo de la comunicación en América Latina además de compleja y
cambiante, es muy reciente. Varios autores coinciden en indicar que sus inicios se remontan a la tercera década del siglo XX, en el contexto de un escenario social conflictivo como es propio de la historia del continente y, simultáneamente, con el desarrollo de los medios masivos de comunicación. En ese contexto se fueron construyendo líneas de pensamiento y se crearon facultades y escuelas en las que coinciden las posibilidades de investigación y de formación académica y profesional.
Podríamos afirmar que en nuestro continente ha existido una tendencia a configurar simultáneamente los límites disciplinares, las posibilidades de investigación y la profesionalización de la comunicación. También debemos tener en cuenta que el desarrollo del campo de la comunicación aparece vinculado con el desarrollo de las ciencias sociales, a sus propias búsquedas, a sus crisis y a su tendencia a la especialización y segmentación, tanto de los objetos de estudio como los ámbitos de la formación académica y profesional.
Las condiciones sociopolíticas del continente son el escenario de cruces, en los que se hace evidente la diversidad de fuentes fundadoras, inscritas en las más heterogéneas disciplinas y saberes y, especialmente, porque “las condiciones del desarrollo del capitalismo en América Latina, no corresponden a las de los países industrializados y los modelos de ciencia, de academia y de profesión universitaria importados a nuestros países se ubican, de entrada, en posiciones estructurales mas contradictorias e inconsistentes que en sus lugares de origen.” [8]




Adicionalmente, podemos señalar que el campo de la comunicación en América Latina se ha trazado sobre proyectos de orden político que tienen por objetivo la transformación social, bien sea desde escenarios gubernamentales o desde posturas contestatarias y de resistencia al poder establecido.
Es así como en el campo de la comunicación en nuestro continente confluyen en un mismo punto “la generación de conocimiento científico sobre los fenómenos sociales y la acción política para
transformar esos mismos fenómenos.” [9] Y este requerimiento político de transformación incide fuertemente en la investigación latinoamericana y en profesionalización.
Por otro lado, la formación del campo está atravesada por la presencia de las tecnologías de la comunicación, con especial énfasis en los medios masivos. Para América Latina la pregunta por los medios ha implicado también la pregunta por la dependencia y por la identidad. En un primer momento, esta tendencia se orientó al uso de los medios de comunicación como herramientas educativas para la modernización y, posteriormente como agentes de socialización, de fortalecimiento de lo público y como mediadores sociales y culturales.
Además de ser estudiados, los medios también han sido escenarios de conflictos sobre la formación profesional. La herencia de las primeras escuelas de periodismo asume a los medios como uno de los principales ámbitos de ocupación de los profesionales de la comunicación. En muchas oportunidades se han convertido en el lugar donde chocan los intereses académicos con los requerimientos del mercado laboral. Así “la perspectiva dominante del campo de la comunicación en el ámbito de la formación académica y profesional, ha sido la de tratar de adecuar la formación a los requerimientos del mercado de trabajo, y muy especialmente del sector de los medios.” [10] De esta forma se agudiza la tensión en el campo que tiende, por un lado, hacia la profesionalización que responde primordialmente al mercado y, por otro lado, la formación académica que tiende a preparar profesionales para la producción de conocimiento y la transformación social.
Este panorama, del campo de la comunicación en América Latina, nos muestra como se han movido la investigación y la formación universitaria, atravesado por lógicas disímiles, tensiones y diferencias que se enmarcan en la búsqueda de límites disciplinares y formas de investigación que consolida el campo ante otros saberes y haceres sociales. Estos movimientos y tensiones son los que existen, pero a la vez, los que han posibilitado la construcción de un campo que busca superar sus inconsistencias y dificultades.
El Campo de la Comunicación en Colombia: Segun Patricia Anzola y Patricio Cooper en su trabajo la investigación en comunicación social en
Colombia Bogota, DESCO, ACICS 1985 plantean las siguientes etapas de conformación del campo:
(1889 ­ 1940) Desarrollo semejante a los países de America Latina enfocandose en temáticas de libertad de imprenta, regulación legal del periodismo, la historia y misión de la prensa.
(1950 ­ 1959) Los usos de la imprenta, la consolidación de la prensa, la introducción al cine y el establecimiento oficial de la radio son algunos hechos que orientan los estudios en comunicación.
[[7] Washingto Uranga, Gaston Femia, Hernan Diaz, Acerca de la Práctica social de os Comunicadores.
[8] FUENTES NAVARRO, Raúl, El estudio de la comunicación desde una perspectiva sociocultural en América Latina, sin publicar 9] FUENTES NAVARRO, Raúl, El estudio de la comunicación desde una perspectiva sociocultural en América Latina, sin publicar p. 11
[10] ibid pag. 2
(1960 ­ 1969) En este periodo se fortalece la investigación en comunicación para el desarrollo rural, apoyada por fundaciones y universidades de USA, también se inica el trabajo con la televisión eduacativa, predominan los estudios sobre los grandes medios masivos, audiencias y algunos estudios históricos y jurídicos sobre la prensa.
La consolidación (1970 – 1979). Esta década es de notable productividad investigativa. Para los autores varios factores ayudaron a consolidar la reflexión sobre procesos y medios de comunicación en el país: el desarrollo de la investigaciones en el ICA, FCP y ACPO; la incidencia de más profesionales capacitados en universidades del exterior; la presencia de misiones extranjeras, especialmente norteamericanas. La comunicación rural se mantuvo en este período como eje temático, pero la radio y la televisión empiezan a desplazar a la prensa en el interés de los estudios. Dentro de las líneas generales de investigación se encuentran: el análisis de contenido de impresos, programas de radio y televisión; análisis de efectos de los mensajes en la audiencia; estudios difusionistas; identificación de canales de comunicación utilizados por determinados sectores rurales; evaluación del rendimiento de programas educativos emitidos a través de la radio y la televisión entre otros. Para los autores estos estudios representan el sesenta por ciento de los trabajos y están articulados al paradigma funcionalista de la comunicación.
Hacia la ruptura (1980 ­ 1985) A partir de los ochenta la atención se centra en la búsqueda de definición del objeto de estudio a partir de una visión crítica de su problemática. La búsqueda ha implicado el alejamiento de las anteriores maneras de ver la comunicación, pero la ruptura no ha sido total ni mucho menos definitiva, los paradigmas de la escuela sociológica norteamericana no han sido totalmente desechados. Por otro lado las condiciones de institucionalización de la investigación han sufrido grandes cambios: con el retiro del apoyo financiero de organismos internacionales a instituciones tales como ICA, ACPO, FCP, se ha disminuido y casi extinguido la investigación dedicada al desarrollo rural, la comunicación­educación y se ha producido la dispersión de profesionales vinculados a ellas. A excepción del CINEP, no surgieron nuevos centros o institutos dedicados a la investigación en comunicación.
Al finalizar la década de los noventa, Jesús Martín­Barbero y Germán Rey, publican un balance sobre la formación del campo de estudios de comunicación en Colombia y en síntesis se resume en: una comunidad académica que no rebasa los esporádicos eventos académicos; la poca investigación sobre los medios de comunicación y las industrias culturales desde las ciencias sociales y, la incomprensión de la importancia de la investigación y del campo que han mantenido los agentes de el Estado, las asociaciones gremiales y las empresas de comunicación. A excepción de las dimensiones económicas y legales, los medios masivos de comunicación aún se hallan en gran medida ausentes de las preocupaciones de los sociólogos, politólogos y antropólogos, al tiempo que hay una ausencia palpable de políticas comunicativas y culturales.
En necesario reconocer que el liderazgo en investigación en comunicación en América Latina lo llevan Brasil, México y Argentina por el número de investigadores, el número de escuelas de comunicación, los programas de postgrado, el volumen de publicaciones, el intercambio de profesores y estudiantes, las políticas de para el desarrollo de la investigación, entre otros. En el continente se han creado las asociaciones nacionales de facultades de comunicación, para el caso colombiano la Asociación Colombiana de Facultades y Programas Universitarios en Comunicación e Información – AFACOM ­. Las asociaciones nacionales están afiliadas en la Federación Latinoamericana de Facultades de Comunicación ­FELAFACS­. Muchos profesores e investigadores pertenecen, además, a la Asociación Latinoamericana de Investigadores en Comunicación ­ALAIC­, y la Asociación Iberoamericana de Comunicación — ASSIBERCOM— entre otras. Existe, además, la Federación Latinoamericana de Estudiantes de Comunicación Social – FELECS – a la cual están afiliados estudiantes de los programas académicos profesionales en Comunicación Social y Periodismo de Colombia (ACECS).

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